Martín Pali
Taller de Fotografía Estenopeica del CUD
Hoy los muertos son en San Martín. Por el momento, 20 y 50 internados aprox.
Los medios periodísticos cubren la noticia reflejando un asombro tan hipócrita…
Indignado por todo esto, que no es nada nuevo para mí, googleo la zona de San Martín y su relación con el narcotráfico. Encuentro desde el año 1990, a simple búsqueda, diversas historias de igual dimensión –no se puede decir “peor”, porque hoy han muerto personas resultado de lo mismo–. Retomo. Encuentro, año 1990: mameluco Villalba, rengo Pacheco; guerras, millones; zonas liberadas, policías corruptos porque, claramente, sin su aval, nada de esto podría suceder. El que medianamente conoce el sistema judicial, solo viendo desde afuera entiende que hay omisión de muchos funcionarios; no solo policías, sino también fiscales, jueces, intendentes…
Pasan los años, 10 años, llega el 2000, cambia el siglo y sigo viendo la misma historia: narco postulado a intendente, más guerra; pasan los años, caso Candela; pasan los años, muertes en guerras, muertes inocentes, adictos haciendo largas filas en cualquier horario del día…
Pero pucha, qué mente más brillante la mía para darme cuenta de esto, qué inocentes ese periodista y esa sociedad que hace 40 años, en la misma zona, la misma historia y hasta los mismos actores, mueren envenenados y ahora nos asombramos…
Toda esta impunidad sirve para arruinar la vida de sea quien sea ese adicto, tenga la edad que tenga. Con esos adictos enfermos desesperados por la abstinencia, que terminan generando robos, los medios se hacen festines llenando horas de programación, vendiéndolos como inseguridad. Mientras, la gente pide seguridad, y en vez de eso se los engaña con cambios de leyes como si esa fuera la solución. Entonces la gente, más indignada al ver que finalmente nada se soluciona, pide mano dura, y la política de turno, queriendo mostrar compromiso con el tema, otorga mano dura: entrega 1000 patrulleros, 5000 efectivos nuevos, 500 cámaras, se sacan 80 fotos, los políticos hacen campaña y hasta ganan elecciones… peeero… nada se solucionó, todo sigue igual. ¿Entonces? Más allanamientos, más perejiles presos, más adictos enfermos presos, más fotos para los políticos. Y 40 años después, como el primer día, el mismo narco sigue en la misma zona; tal vez hoy está preso, pero la zona sigue siempre igual, o hasta peor, y a la corrupción de las fuerzas de seguridad también se suma la corrupción de los servicios penitenciarios, con jefes líderes presos.
Del 1990 al 2022, ¿cambió algo?
Zonas liberadas.
Policía corrupta.
Narcos millonarios.
Adictos muertos en vida.
Inseguridad en los barrios.
Leyes más duras. Y más cárceles.
Fiscales y jueces que omiten.
Políticos que mienten.
Y durante 40 años, el funcionamiento fue el mismo. Cambiaron algunas formas de política, pero el fondo siempre fue el mismo.
El sistema siempre funcionó igual.
El poder judicial.
Los diputados y senadores.
Y los presidentes.
Siempre garantizando lo mismo, cada uno mediante sus formas.
Droga para los pobres.
Y cárcel.
Villas miserias.
Y guerra de pobres contra pobres.
Los vecinos vs. los chorritos.
La sociedad vs. la policía.
Noticieros dándole forma a esta historia y manipulando el pensamiento de la sociedad. Cuando la evasión fiscal, el enriquecimiento ilícito o la adjudicación criminal de deuda externa a nombre del pueblo avanzan impunemente.
Mientras en casa la sociedad se indigna con el noticiero y un juez de la Corte Suprema mira desde su palacio. Y la sociedad pidiendo justicia al juez, al diputado y al senador….
Nada más triste en esta vida que la ignorancia de la sociedad.
Y nada más injusto que una sociedad en constante guerra consigo misma.
Araceli
Basado en el cuento de Juan José Saer “El viajero”, de 1982.
La obligaron a entregar todo el reloj – los aros – la billetera el corpiño /requisa/ le agregaron el apellido que nunca usó dedos entintados – Dijeron que no hay novedades hay que esperar violenta suavidad de los modales
Juntó agua limpia en una botellita usada guardó pan entre el sweater sucio para que no se seque
Sentada con los pechos sin sostén adivinaba figuras en el piso rústico de cemento sucio duro negro y gris algunos pocos rastros de una vieja pintura verde la luz inmóvil de la misma lamparita alumbraba el silencio la infinitud de los límites angulosos a unos pasos sin pasos al alcance de un brazo nadie la conoce
Se acostumbró a esas paredes al adentro las únicas se familiarizó con las rejas /recuento/ ya no se concebía a sí misma desde otro lugar que no fuera el aquí el interior encierro mujer resignada y gentil memoria nublosa no era ella no ser
adivinaba un afuera quizás /requisa/ /humillación/ podía escuchar algún afuera y le dio la tranquilidad de saberse viva ilusión
no saben quién era
repitió la misma historia verdadera una dos cien veces frente a ojos sin expresión prejuzgan /recuento/ permaneció con gestos rígidos y furiosos se sentía un fantasma que nadie ve que se atraviesa dedos entintados
rostros inmutables presuponen la atan la desatan palabras huecas del abogado jefes de jefes encargada – celadora suponen se equivocan no saben nadie sabe nada
– Sin novedades esperar… esperar…
– Hice lo de siempre lo de todos los días voy a encontrar mi voz voy a mover el espacio un papel soy papel
No hay diferencia no se siente ninguna diferencia /recuento/ el carro el termo de agua caliente la botellita usada la soledad de la razón
De pie leyó en las paredes la desesperación escrita en oraciones dirigidas a dioses que no conocía dioses que no existen palabras bíblicas venidas de la negrura de la luz que nunca parpadea figuras animadas del piso gris
– Cuando sepan se van a tener que disculpar
Paciencia… nada nuevo /recuento/ el carro termo nada le cuesta más que reconocerse falibles que fue un error fin de la esperanza
Se quedó dormida sobre cascotes de estopa el sueño la atrapó semáforos olor a café con medialunas calentitas acariciar a la perra compañera de donde sea decoraciones de telas drapeadas siempre urgentes bouquets de flores yerberas margaritas phisophilias abrir picaportes salir el teléfono que no cesa de pedir presupuestos salir gentío autos que buscan lugar en el estacionamiento camiones del reparto los niños de las colonias ruidosos desordenados sonrisas familias cargando bolsos incontables paquetes la repetida canción de Pappo para la entrada de los novios el repertorio de la pista de baile que conoce de memoria el chispeante fuego abrasador del asado a la cruz la sincronización de los minutos que estresa SADAIC la calidad las piscinas salpicando carcajadas los gracias – los por favor – una caricia
Se despertó llena de picaduras de chinches y mosquitos olor a humedad del colchón olor a metal cerrojos /recuento/ carro termo pan seco rejas tejidos de alambre barras cerraduras que estallan paredes descascaradas pequeños pisos desprolijos huellas entintadas
Ya no se sabía las palabras sordas no las recordaba inutilidad de la voz enmudeció dejó de orar solo ruido de cerraduras /recuento/
– No hay novedades… hay que esperar…
Todas ellas eran iguales las otras esperando nunca ninguna será la misma
Anónimo de la Cruz
Taller de Fotografía Estenopeica del CUD
Qué voz sin cuerpo, una mercancía, una materia que consume… ¿Qué suena?… un megáfono… miedo e introspección. Es el ocaso de un nuevo caso, la remuneración está segmentada en los guetos, la moral… ¿Qué me dices? Ahí estás… seguido de un parpadeo, componente de una cara oscura, un flagelo de la intimidad… Son azarosas las teorías que sollozan en un paciente azul y verde. Muy dentro de sus formas se emancipan y en los bordes se concentran nuevos vicios de un verbo transitivo “soslayar” en sus formas no personales, el infinitivo que crea voces como el gerundio… y el presente con su pretérito imperfecto que por ahora ahí me quedó… ¿Qué lenguaje vegetativo? El volar. Explorar. Y navegar, qué ejercicio de catarsis. Con todas las letras y todo esto en mi bolsillo…
La hermosa su belleza acrecentó
al romperse una pierna.
Y aumentó del amante la pasión,
ya de por sí muy tierna.
… todos queríamos una vida normal, como muchos, y otros, cada uno con sus convenciones… igual a una vida nominal… sí, dime… tu voz. Sí que tiene, obvio que te oigo… solo pensaba… cómo así. Si en el Guernica… Sííí. Y El caminante sobre el mar de nubes, parece que estamos lejos de eso…
… los dados fueron lanzados… y en las periferias sus castillos… Así como las torres fueron alineadas pendularmente, para nunca olvidar su propósito: el de agredir.
… así de sigilosa es la Reyna, así como las noches eternas…