TALLER COLECTIVO DE EDICIÓN

COLECTIVO EDITOR EN CONTEXTOS DE ENCIERRO, BUENOS AIRES, ARGENTINA. Integramos el Programa de Extensión en Cárceles de la Secretaría de Extensión Universitaria y Bienestar Estudiantil de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.

Los Monstruos Tienen Miedo #15 – Agosto de 2022

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¿Cuándo cambió el sistema?

Martín Pali

Taller de Fotografía Estenopeica del CUD

Hoy los muertos son en San Martín. Por el momento, 20 y 50 internados aprox.

Los medios periodísticos cubren la noticia reflejando un asombro tan hipócrita…

Indignado por todo esto, que no es nada nuevo para mí, googleo la zona de San Martín y su relación con el narcotráfico. Encuentro desde el año 1990, a simple búsqueda, diversas historias de igual dimensión –no se puede decir “peor”, porque hoy han muerto personas resultado de lo mismo–. Retomo. Encuentro, año 1990: mameluco Villalba, rengo Pacheco; guerras, millones; zonas liberadas, policías corruptos porque, claramente, sin su aval, nada de esto podría suceder. El que medianamente conoce el sistema judicial, solo viendo desde afuera entiende que hay omisión de muchos funcionarios; no solo policías, sino también fiscales, jueces, intendentes…

Pasan los años, 10 años, llega el 2000, cambia el siglo y sigo viendo la misma historia: narco postulado a intendente, más guerra; pasan los años, caso Candela; pasan los años, muertes en guerras, muertes inocentes, adictos haciendo largas filas en cualquier horario del día…

Pero pucha, qué mente más brillante la mía para darme cuenta de esto, qué inocentes ese periodista y esa sociedad que hace 40 años, en la misma zona, la misma historia y hasta los mismos actores, mueren envenenados y ahora nos asombramos…

Toda esta impunidad sirve para arruinar la vida de sea quien sea ese adicto, tenga la edad que tenga. Con esos adictos enfermos desesperados por la abstinencia, que terminan generando robos, los medios se hacen festines llenando horas de programación, vendiéndolos como inseguridad. Mientras, la gente pide seguridad, y en vez de eso se los engaña con cambios de leyes como si esa fuera la solución. Entonces la gente, más indignada al ver que finalmente nada se soluciona, pide mano dura, y la política de turno, queriendo mostrar compromiso con el tema, otorga mano dura: entrega 1000 patrulleros, 5000 efectivos nuevos, 500 cámaras, se sacan 80 fotos, los políticos hacen campaña y hasta ganan elecciones… peeero… nada se solucionó, todo sigue igual. ¿Entonces? Más allanamientos, más perejiles presos, más adictos enfermos presos, más fotos para los políticos. Y 40 años después, como el primer día, el mismo narco sigue en la misma zona; tal vez hoy está preso, pero la zona sigue siempre igual, o hasta peor, y a la corrupción de las fuerzas de seguridad también se suma la corrupción de los servicios penitenciarios, con jefes líderes presos.

Del 1990 al 2022, ¿cambió algo?

Zonas liberadas.

Policía corrupta.

Narcos millonarios.

Adictos muertos en vida.

Inseguridad en los barrios.

Leyes más duras. Y más cárceles.

Fiscales y jueces que omiten.

Políticos que mienten.

Y durante 40 años, el funcionamiento fue el mismo. Cambiaron algunas formas de política, pero el fondo siempre fue el mismo.

El sistema siempre funcionó igual.

El poder judicial.

Los diputados y senadores.

Y los presidentes.

Siempre garantizando lo mismo, cada uno mediante sus formas.

Droga para los pobres.

Y cárcel.

Villas miserias.

Y guerra de pobres contra pobres.

Los vecinos vs. los chorritos.

La sociedad vs. la policía.

Noticieros dándole forma a esta historia y manipulando el pensamiento de la sociedad. Cuando la evasión fiscal, el enriquecimiento ilícito o la adjudicación criminal de deuda externa a nombre del pueblo avanzan impunemente.

Mientras en casa la sociedad se indigna con el noticiero y un juez de la Corte Suprema mira desde su palacio. Y la sociedad pidiendo justicia al juez, al diputado y al senador….

Nada más triste en esta vida que la ignorancia de la sociedad.

Y nada más injusto que una sociedad en constante guerra consigo misma.

Fin de viaje

Araceli

Basado en el cuento de Juan José Saer “El viajero”, de 1982.

La obligaron a entregar todo            el reloj – los aros – la billetera            el corpiño        /requisa/            le agregaron el apellido que nunca usó            dedos entintados                – Dijeron que no hay novedades              hay que esperar                  violenta suavidad de los modales

Juntó agua limpia en una botellita usada            guardó pan entre el sweater sucio para que no se seque

Sentada con los pechos sin sostén            adivinaba figuras en el piso rústico de cemento            sucio            duro            negro y gris            algunos pocos rastros de una vieja pintura verde            la luz inmóvil de la misma lamparita            alumbraba el silencio            la infinitud de los límites angulosos            a unos pasos            sin pasos            al alcance de un brazo            nadie la conoce

Se acostumbró a esas paredes            al adentro            las únicas            se familiarizó con las rejas            /recuento/            ya no se concebía a sí misma desde otro lugar que no fuera el aquí            el interior            encierro            mujer resignada y gentil            memoria nublosa            no era ella            no ser

adivinaba un afuera            quizás            /requisa/  /humillación/            podía escuchar algún afuera y le dio la tranquilidad de saberse viva            ilusión

            no saben quién era

repitió la misma historia verdadera            una            dos            cien veces            frente a ojos sin expresión            prejuzgan            /recuento/            permaneció con gestos rígidos y furiosos            se sentía un fantasma que nadie ve            que se atraviesa            dedos entintados

rostros inmutables            presuponen            la atan            la desatan            palabras huecas del abogado            jefes de jefes            encargada – celadora            suponen            se equivocan            no saben            nadie sabe nada 

             – Sin novedades            esperar…            esperar…

             – Hice lo de siempre            lo de todos los días            voy a encontrar mi voz            voy a mover el espacio            un papel            soy papel

No hay diferencia            no se siente ninguna diferencia            /recuento/            el carro            el termo de agua caliente            la botellita usada            la soledad de la razón         

De pie leyó en las paredes la desesperación escrita en oraciones dirigidas a dioses que no conocía            dioses que no existen            palabras bíblicas venidas de la negrura de la luz que nunca parpadea            figuras animadas del piso gris

– Cuando sepan se van a tener que disculpar

Paciencia…            nada nuevo            /recuento/            el carro            termo            nada le cuesta más que reconocerse falibles            que fue un error            fin de la esperanza

Se quedó dormida sobre cascotes de estopa            el sueño la atrapó            semáforos  olor a café con medialunas calentitas            acariciar a la perra compañera de donde sea            decoraciones de telas drapeadas            siempre urgentes            bouquets de flores            yerberas            margaritas            phisophilias            abrir picaportes            salir            el teléfono que no cesa de pedir presupuestos            salir            gentío            autos que buscan lugar en el estacionamiento            camiones del reparto            los niños de las colonias ruidosos desordenados            sonrisas            familias cargando bolsos            incontables paquetes            la repetida canción de Pappo para la entrada de los novios            el repertorio de la pista de baile que conoce de memoria            el chispeante fuego abrasador del asado a la cruz            la sincronización de los minutos que estresa            SADAIC            la calidad            las piscinas salpicando carcajadas            los gracias – los por favor – una caricia

Se despertó llena de picaduras de chinches y mosquitos            olor a humedad del colchón            olor a metal            cerrojos            /recuento/            carro            termo            pan seco            rejas            tejidos de alambre            barras            cerraduras que estallan            paredes descascaradas            pequeños pisos desprolijos            huellas entintadas

Ya no se sabía las palabras sordas            no las recordaba            inutilidad de la voz            enmudeció            dejó de orar            solo ruido de cerraduras            /recuento/

             – No hay novedades…      hay que esperar…

Todas ellas eran iguales            las otras            esperando            nunca  ninguna será la misma

Qué voz sin cuerpo…

Anónimo de la Cruz

Taller de Fotografía Estenopeica del CUD

Qué voz sin cuerpo, una mercancía, una materia que consume… ¿Qué suena?… un megáfono… miedo e introspección. Es el ocaso de un nuevo caso, la remuneración está segmentada en los guetos, la moral… ¿Qué me dices? Ahí estás… seguido de un parpadeo, componente de una cara oscura, un flagelo de la intimidad… Son azarosas las teorías que sollozan en un paciente azul y verde. Muy dentro de sus formas se emancipan y en los bordes se concentran nuevos vicios de un verbo transitivo “soslayar” en sus formas no personales, el infinitivo que crea voces como el gerundio… y el presente con su pretérito imperfecto que por ahora ahí me quedó… ¿Qué lenguaje vegetativo? El volar. Explorar. Y navegar, qué ejercicio de catarsis. Con todas las letras y todo esto en mi bolsillo…

La hermosa su belleza acrecentó

al romperse una pierna.

Y aumentó del amante la pasión,

ya de por sí muy tierna.

… todos queríamos una vida normal, como muchos, y otros, cada uno con sus convenciones… igual a una vida nominal… sí, dime… tu voz. Sí que tiene, obvio que te oigo… solo pensaba… cómo así. Si en el Guernica… Sííí. Y El caminante sobre el mar de nubes, parece que estamos lejos de eso…

… los dados fueron lanzados… y en las periferias sus castillos… Así como las torres fueron alineadas pendularmente, para nunca olvidar su propósito: el de agredir.

… así de sigilosa es la Reyna, así como las noches eternas…